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miércoles, 8 de noviembre de 2017

que opina la ley contra el bullying

                       que opina la ley contra el bullying.



La Ley contra el Bullying tuvo un tratamiento profundo en el Congreso de la Nación. No fue una de las tantas leyes exprés que el oficialismo impulsa en cuestión de semanas.
En 2012 el Bullying ya era un flagelo preocupante para gran parte de la sociedad y así fue como la Ley para combatirlo atraveso el trámite parlamentario. El 21 de noviembre de aquel año la Cámara de Diputados le dio media sanción y pasó al Senado. Allí se la aprobó pero se le introdujeron algunas modificaciones y por esta razón volvió a la cámara alta adonde obtuvo sanción definitiva el 12 de septiembre de 2013, es decir, hace 8 meses.
Pero la historia no termina ahí. Las leyes en la Argentina deben ser sancionadas, luego promulgadas y finalmente reglamentadas por el Poder Ejecutivo. La reglamentación no es otra cosa que la fijacíón de parametros y herramientas para que la aplicación de una ley sea un hecho concreto. Supone la asignación de un presupuesto y el establecimiento de los mecanismos que la justicia necesita para ejecutarla.
Lamentablemente eso no pasó aun con la Ley de Bullying. El gobierno de la Nación aun no la reglamentó.
¿De qué se pierde la Sociedad, entonces? ¿Qué de todo esto que vemos sobre violencia en la Escuela podría evitarse si la Ley estuviese reglamentada? La respuesta está en el contenido de la Ley.

La Ley de Bullyng tiene tres aspectos centrales:

1) Crea equipos especializados para intervenir en las escuelas ante situciones de violencia verbal y/o física.
2) Fija políticas de convivencia en la escuela, basadas en valores tales como el respeto, aceptación de las diferencias, resolución pacífica de los conflictos, diálogo y contextualización.
3) Crea una línea gratuita 0800 para que la víctima haga la denuncia anonima.
La clave esta en que la Ley no se enfoca en la dicotomía victima-victimario sino que pone el acento en el Contexto. La situción de bullying no es producto de un alumno o de un docente, sino de una problemática global que incluye a toda la comunidad educativa.
La ley crea instancias de participación con los chicos, los padres, los docentes y los directivos. Y es el Ministerio de Educación el que provee la guia de acción en tal sentido.
Las Sanciones -de acuerdo a la Ley- siempre son de caracter educativo. El objetivo es que el agresor se haga cargo de lo que hizo y entienda las consecuencias de su acción. De acuerdo a los impulsores de la norma, las amonestaciones no son la solución al problema.
Todo esto no se aplica a la realidad porque la Ley no esta reglamentada. Eso es responsabilidad del gobiero a cargo del Poder Ejecutivo. Es exactemante lo mismo que con la nueva Ley de Trata de Personas, sancionada por el Congreso de la Nación el 19 de Diciembre de 2012 y que tampoco fue reglamentada por el Ejecutivo, con todo lo que eso significa para la lucha contra ese flagelo que tiene hoy en la Argentina a 500 mil víctimas.
Quizás la realidad de la violencia escolar motive a las autoridades a reglamentar la Ley de Bullying.

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